¿Y si te dijera que las funciones de tu sistema nervioso no están gobernadas únicamente por tu cerebro, lo creerías?
Hace apenas unos años esto hubiera sonado a invento, pero al día de hoy está comprobado: el sistema digestivo tiene muchas más funciones que simplemente procesar los alimentos. ¡De hecho el intestino tiene más neuronas que la espina dorsal!, y es por ello que a nuestro aparato digestivo se le está llamando también “el segundo cerebro”.
En nuestras entrañas se encuentra un núcleo nervioso que de hecho tiene la capacidad de funcionar sin que el cerebro dé la señal, y se encarga en sí mismo de producir un gran porcentaje de nuestros neurotransmisores. Nuestro intestino también alberga más de la mitad de las células de nuestro sistema inmunológico.
No es de sorprenderse entonces, que la salud digestiva sea de vital importancia para la salud general, así que me gustaría compartirte información, junto con una rica receta que te ayudará a cuidar y mantener saludable tu segundo cerebro.
Algo esencial para una buena digestión es mantener una flora intestinal balanceada. En nuestro intestino habitan cientos y cientos de bacterias que tienen un papel protagónico en el desempeño de nuestro segundo cerebro, no sólo son fundamentales para la correcta digestión sino que también están ligadas a la función inmunológica e incluso a nuestros estados de ánimo. Un desequilibrio en la flora intestinal puede desencadenar un estado de enfermedad.
Por ello, es muy importante mantener ese balance. Hay muchas formas de hacerlo, ¡y hoy voy a compartir una muy deliciosa! Los alimentos fermentados son un aliado de la flora intestinal, porque son ricos en probióticos, el proceso mismo para su obtención involucra el cultivo de microorganismos que promueven el equilibrio y la diversidad de la bacteria intestinal.
Hay una gran variedad de fermentados, y el día de hoy compartiré uno de mis favoritos: el sauerkraut.
Este nutritivo alimento es consumido en todo el mundo, y aunque su nombre parece complicado, lo cierto es que su preparación es sencilla, requiere de pocos ingredientes y puede ser realizada en casa. El sauerkraut es un fermento de col, puede usarse tanto col blanca como col morada.
Sauerkraut
Ingredientes:
- ½ col (blanca o morada)
- ½ cda de sal kosher o sal rosa del Himalaya
- Solución salina: 1 cda de sal disuelta en 1 taza de agua filtrada
- Recipiente de vidrio
Procedimiento:
- Pica finamente la col
- Colócala en un recipiente (preferentemente un colador), agrega la media cucharada de sal y distribúyela masajeando la col con tus manos por 5 minutos
- Deja reposar por media hora y realiza un masaje final durante 5 minutos más
- Transfiere la col a un recipiente de vidrio. Notarás que ha desprendido un líquido, el cual deberás exprimir muy bien (no lo deseches, resérvalo) antes de colocar en tu frasco
- Presiona firmemente la col hacia el fondo del recipiente para que quede compacta
- Vierte encima el líquido extraído anteriormente. La col debe quedar completamente cubierta y tener líquido extra por encima (lo equivalente a la mitad del espacio ocupado por la col), si no es suficiente, usa la solución salina para completar.
- Es importante evitar que entre aire a tu preparación para asegurar una correcta fermentación. Para ello, te sugiero llenar una bolsa resellable con agua y colocarla dentro de tu recipiente hasta asegurar que no queden espacios de aire al interior
- Sella tu recipiente con su tapa y deja reposar en un lugar fresco y oscuro por un periodo entre 3 y 7 días
- Pasado el tiempo de fermentación, retira la bolsa de agua y guarda tu producto final. Dura entre 2 y 3 semanas en el refrigerador
NOTA:
- Hay que respetar la cantidad de sal usada en esta receta. De lo contrario, el fermento podría echarse a perder.
- La sal regular de mesa no funciona para fermentar. La clave es usar sal sin yodo.
- Es necesario usar agua filtrada para evitar alterar el proceso de fermentación.
- Esteriliza todos tus utensilios y materiales para asegurar un correcto proceso.
- Puedes añadir especias a tu sauerkraut: pimienta, ajo, e incluso cúrcuma y jengibre, esto no solo agregará sabor, sino también beneficios para tu salud.
Integra esta deliciosa receta y otros alimentos fermentados a tu vida, y comienza a experimentar sus beneficios en la salud y la diferencia que harán en tu segundo cerebro, y en tu cuerpo en general.
¡Buen provecho!
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