Pranayama, (respiración alternada por las fosas nasales) es buena para el TEPT y la Salud Mental.
En mi práctica clínica, enseño la respiración alternada por las fosas nasales, (alias pranayama) a mis clientes y estudiantes y en mi curso para obtener certificado en Medicina Integral para la Salud Mental. Me emocionó escuchar ayer que la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton está practicando Pranayama, también llamada respiración alternada por las fosas nasales. Respirar y caminar por el bosque para absorber los beneficios del sol y los rayos de la luz del bosque son una forma genial de restaurar la salud del cerebro y el bienestar después del rigor de cualquier periodo estresante de la vida.
La antigua sabiduría yogui sugiere que “si controlas la respiración, controlas la mente” y pranayama se enseña fácilmente a la gente de todas las edades para mejorar su auto-regulación. Los yoguis han sabido desde hace mucho tiempo los beneficios de estas prácticas y no fue hasta hace poco que la ciencia biomédica investigó algunos de los complejos sustratos subyacentes a estos beneficios.
El ejercicio de pranayama involucra la alternación de pautas de respiración para facilitar el control del Sistema Nervioso Autónomo, la dominación hemisférica cerebral, y así, estados de conciencia, incluyendo el estado de ánimo. Estos métodos varían entre diferentes disciplinas, incluyendo yoga Hatha, yoga Kundalini y yoga Kriya; sin embargo, cualquier disciplina utilizada, la práctica del pranayama ayuda a ganar control sobre el ritmo ultradiano y puede conducir a la sincronía hemisférica cerebral en la que ningún hemisferio domina, sino que ambos funcionan coherentemente. Esto contribuye a estados de trance y a la función integrada del hipotálamo, lo que conduce a un estado balanceado de sanación. Es únicamente durante estados profundos de trance o de función integrada hemisférica que ambas fosas nasales están completamente abiertas.
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El ciclo nasal marca estados fisiológicos y cada fosa nasal está relacionada contralateralmente con el hemisferio que domina. Cuando la fosa nasal derecha está abierta, el cerebro izquierdo está en su ciclo de 90-120 de dominación ultradiana y la fosa nasal izquierda está relacionada con el cerebro derecho… un mayor flujo de aire en la fosa nasal izquierda se correlaciona con la fase de reposo, y un mayor flujo de aire en la fosa nasal derecha se correlaciona con la fase de actividad. El hipotálamo integra y regula esos dos estados fisiológicos de reposo y actividad. Con la interrupción del eje Hipotálamo-Pituitaria-Suprarrenal (HPA, por sus siglas en inglés), los ritmos de reposo actividad también se interrumpen. Esto sugiere que las actividades que vuelven a regular esos ritmos – tales como ejercicios de respiración específicos de pranayama yóguico, de manera específica forzar la respiración a través de una sola fosa nasal – estimula el hemisferio contralateral y el sistema nervioso simpático ipsilateral por medio del hipotálamo (Shannahoff-Khalsa, 2007)
Al cerciorarse qué hemisferio domina en determinado momento, uno puede escoger cambiarlo con ejercicios de respiración. Al enseñar esos métodos a clientes, les permitimos relajarse más fácilmente y a enfocar la atención. Un hemisferio izquierdo más activo es más propicio para la actividad intelectual. Por ejemplo, recostarse en el lado izquierdo del cuerpo provoca que la fosa nasal izquierda se llene y por lo tanto reduzca el dominio del cerebro derecho y esto mejora las actividades intelectuales o relacionadas con el trabajo. Recostarse de ese lado ayuda cuando la gente se siente dispersa o disociada. Recostarse del lado derecho del cuerpo, lo que han sugerido los yoguis, ayuda a dormir, disminuye el dominio del lado izquierdo del cerebro y abre la fosa nasal izquierda y activa el lado derecho del cerebro para el trabajo interno, la creatividad, relajación y sueño. Enseño la respiración enfocada en abrir la fosa nasal derecha a los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDAH (ADHD, por sus siglas en inglés) o a aquellos con una prueba de ansiedad para activar el hemisferio izquierdo. Escribo extensamente sobre esto en mi libro acerca del trauma, Ritmos de Recuperación y también discuto esto en un artículo reciente en Psychiatric Times. Las investigaciones sobre la respiración del yoga para el TEPT muestran una reducción en la severidad de los síntomas, depresión y riesgo de utilizar alcohol y drogas. Los métodos de respiración de yoga han demostrado una eficacia significante para el tratamiento del TEPT y la depresión entre la gente que experimentó el tsunami asiático en 2004 (Descilo y otros, 2010).
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Pranayama es simple y se puede utilizar en todas las edades. No hay contraindicaciones; sin embargo, como con todas las prácticas de yoga, uno no debe hacer ejercicio de más y buscar orientación profesional si surge cualquier síntoma.
REFERENCIAS
Descilo T, Vedamurtachar A, Gerbarg P, et al. Effects of yoga breath intervention alone and in combination with an exposure therapy for post-traumatic stress disorder and depression in survivors of the 2004 South-East Asia tsunami. Acta Psychiatr Scand. 2010;121:289-300.
Shannahoff-Khalsa DS. Selective unilateral autonomic activation: implications for psychiatry. CNS Spectr. 2007;12:625-634.
Reddy S, Dick A, Gerber M, Mitchell K. The effect of a yoga intervention on alcohol and drug abuse risk in veteran and civilian women and posttraumatic stress disorder. J Alt Comp Med. 2014;20:750-756.
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