Aplicar el ritmo ultradiano en nuestras vidas es un paso importante para la recuperación del trauma. Cuando experimentamos un trauma complejo o un trastorno de estrés postraumático, nuestros ritmos están alterados y uno de los métodos de autocuidado que tenemos disponibles es descansar y respirar para recuperar el equilibrio. Pero, ¿qué es el ritmo ultradiano?
El ritmo ultradiano es una respuesta curativa rítmica natural de la mente/cuerpo. Es el ciclo de 90 a 120 minutos de descanso y actividad de los hemisferios cerebrales que se produce dentro del ritmo circadiano más amplio de 24 horas. Este ritmo corresponde a los cambios que se producen cada 90-120 minutos en la dominancia hemisférica natural del cerebro, y estos cambios interactúan con los cambios en la dominancia nasal. Durante un ciclo de 90 minutos (ultradiano), un hemisferio del cerebro está más activo y la fosa nasal opuesta está más «abierta» (menos congestionada) que la otra. Werntz (1981) demostró que la fosa nasal «abierta» se correlacionaba con el lado opuesto del cerebro durante su fase de dominancia y, por tanto, eran «ventanas» que revelaban la fase de reposo/actividad, también conocida como las oscilaciones parasimpático/simpático de los hemisferios cerebrales (Rossi, 1986) en cualquier momento.
Esta observación proporcionó un importante vínculo fisiológico con la antigua ciencia del yoga pranayama, que se basa en métodos de respiración específicos de las fosas nasales para alterar la conciencia, mediados en parte por la activación del hemisferio derecho o del izquierdo. Este descubrimiento también permite comprender los mecanismos curativos del trance, la hipnosis y los estados meditativos. La palabra pranayama procede de la raíz prana, que se refiere a la fuerza vital. Más que oxígeno, se considera la fuerza del Espíritu: el aliento de los dioses y diosas.
Según los estudiosos del yoga del siglo II a.C. «Si controlas la respiración, controlas la mente». Obtener el control de la respiración mediante ejercicios específicos es fundamental para regular el sistema nervioso autónomo. El pranayama y otros ejercicios respiratorios proporcionan una base para el autocuidado y el restablecimiento del ritmo ultradiano.
Al parecer, Anaxímenes, el filósofo griego del siglo VI a.C., sostenía una opinión similar, sugiriendo: “Así como nuestras almas siendo aire nos mantienen unidos, así el aliento y el aire abarcan todo el universo”. En español, las palabras espíritu y respirar están relacionadas con «inspiración». Los místicos hebreos lo llaman ruach, los chinos chi y los griegos pneuma (pneumon significa pulmones). Se dice que el prana fluye por el cuerpo en canales llamados nadis que se corresponden con los meridianos de acupuntura. Los nadis principales son el ida, el pingala y el shushumna, mencionado antes en relación con el caduceo. En el Yoga, el ida (yin) corresponde a la fosa nasal izquierda y al hemisferio derecho del cerebro. Pingala (yang) corresponde a la fosa nasal derecha y al hemisferio izquierdo.
Aunque la respiración no sea el objetivo de restablecer el ritmo ultradiano, un simple período de descanso de 20-40 minutos 1-2 veces al día es restaurador. La siesta de la tarde, que está desapareciendo rápidamente en todas las culturas, puede ser el eslabón de nuestros antepasados, que conocían bien el poder restaurador del descanso para restablecer los ritmos del cerebro durante la mitad de cada día.
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Referencias
Werntz, D. (1981). Actividad hemisférica cerebral y función nerviosa autónoma. (Tesis doctoral). San Diego, CA: Universidad de California.
Rossi, E. L. (1986). La psicobiología de la curación mente-cuerpo: Nuevos conceptos de hipnosis terapéutica. Nueva York: Norton.
She served as a Fulbright scholar on traditional medicine, a Clinical Fellow at Harvard Medical School, and a National Institutes of Health-funded research scientist in mind/body medicine.
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